Cómo no fallar al comprar pescado fresco: claves para acertar en tu elección.
El olor a mar del pescado fresco se debe a la presencia de trimetilamina óxido (TMAO), una sustancia natural que se encuentra en los músculos de los peces.
Con el tiempo, el TMAO se descompone por las bacterias presentes en el pescado, liberando trimetilamina (TMA) y otros compuestos volátiles que tienen un olor desagradable.
Los principales factores que influyen en la descomposición del pescado son:
- Temperatura: El pescado se descompone más rápido a temperaturas más altas.
- Tiempo: Cuanto más tiempo pase desde que se pesca el pescado, más se descompondrá.
- Tipo de pescado: Algunos pescados, como el atún y la caballa, son más grasos que otros y se descomponen más rápido.
- Manipulación: Una mala manipulación del pescado, como no mantenerlo refrigerado o no limpiarlo adecuadamente, puede acelerar la descomposición.
Para evitar que el pescado se descomponga rápidamente y tenga un mal olor, es importante:
- Refrigerarlo lo antes posible después de pescarlo o comprarlo.
- Mantenerlo en una nevera a una temperatura de 4ºC o menos.
- Limpiar el pescado adecuadamente antes de cocinarlo.
- Consumirlo lo antes posible.
Si el pescado tiene un mal olor, no se debe consumir, ya que puede estar en mal estado y causar enfermedades.
Para evitar que el pescado se descomponga rápidamente, es importante refrigerarlo lo antes posible, mantenerlo a una temperatura adecuada y consumirlo lo antes posible.
Rasgos externos para diferenciar el pescado fresco:
Ojos:
- Claros y brillantes: El pescado fresco tiene ojos claros y brillantes. Si los ojos están nublados o hundidos, el pescado puede no estar fresco.
- Pupilas redondas: Las pupilas del pescado fresco deben ser redondas y no estar dilatadas.
Escamas:
- Firmemente adheridas: Las escamas del pescado fresco deben estar firmemente adheridas a la piel. Si las escamas se caen fácilmente, el pescado puede no estar fresco.
- Brillantes: Las escamas del pescado fresco deben ser brillantes y tener un color vivo.
Piel:
- Húmeda y brillante: La piel del pescado fresco debe ser húmeda y brillante. Si la piel está seca o arrugada, el pescado puede no estar fresco.
- Color uniforme: La piel del pescado fresco debe tener un color uniforme. Si la piel tiene manchas o decoloraciones, el pescado puede no estar fresco.
Carne:
- Firme y elástica: La carne del pescado fresco debe ser firme y elástica. Si la carne está blanda o gelatinosa, el pescado puede no estar fresco.
- Color claro: La carne del pescado fresco debe tener un color claro. Si la carne está oscura o tiene manchas, el pescado puede no estar fresco.
Olor:
- A mar fresco: El pescado fresco debe tener un olor a mar fresco. Si el pescado tiene un olor fuerte o desagradable, puede no estar fresco.
Branquias:
- De color rojo vivo: Las branquias del pescado fresco deben ser de color rojo vivo. Si las branquias están marrones o grisáceas, el pescado puede no estar fresco.
Es importante tener en cuenta que estos son solo algunos de los rasgos externos que pueden ayudarte a diferenciar el pescado fresco. Si no estás seguro de si un pescado está fresco, es mejor no comprarlo.
Además de los rasgos externos, también puedes utilizar otros métodos para determinar si un pescado está fresco, como:
- Presionar la carne del pescado: Si la carne del pescado se deprime al presionarla con el dedo, el pescado puede no estar fresco.
- Cocinar el pescado: Si el pescado se desmorona al cocinarlo, puede no estar fresco.
Al comprar pescado, es importante comprarlo en una tienda o pescadería de confianza que siga las prácticas adecuadas de manipulación y almacenamiento del pescado.
Siguiendo estos consejos, puedes asegurarte de comprar pescado fresco y de alta calidad.
